V.a.V. Santiago. Cap: 1 (I Parte)

Capítulo 1. I Parte. (Versos: 1 – 8).

La confianza en Dios

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1: «Yo, Santiago, estoy al servicio de Dios, y del Señor Jesucristo, y les envío un saludo a los cristianos que viven en todo el mundo.» (TLA).

    En el libro de Santiago, se escriben temas para todo el mundo, así como la salutación lo indica. Estos temas parecieran mostrar una preocupación por la situación espiritual del creyente y lo insta a reconocer sus errores y a mejorar, exhortándolos y enseñándoles cómo deben hacer las cosas. La forma de hablar en esta epístola, es mostrar el pecado que se está cometiendo, y como cambiar eso para bien, y así cumplir la voluntad de Dios. También aparecen consejos muy útiles tanto en aquella época como hoy en día, y es por ello que esta carta es excelente para aprender más sobre nosotros mismos y sobre nuestra relación ante los demás y con Dios.

2: «Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades.»(TLA).

    Es difícil cumplir con esta primera frase del verso 2, pues muchas veces la causa de nuestra tristeza o depresión es el pasar por una dificultad. Pero Santiago nos insta a sentirnos felices cuando pasemos por estas pruebas, pero ¿por qué?, el verso siguiente nos detalla una muy buena razón por el cual sentirnos felices. Santiago explica que existe una pequeña relación entre las dificultades que pasamos y nuestras llamadas “prueba de fe”. En medio de las dificultades, nuestra fe está siendo puesta a prueba. Algo pasa cuando nuestra fe se pone a prueba, o confiamos más en Dios o le negamos y confiamos en la suerte de este mundo, he aquí el meollo del asunto.

3: «Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades.» (TLA).

    Las dificultades son oportunidades que nos permiten acercarnos más a Dios de forma sincera y de corazón, pues sentimos que por nuestra propia cuenta no podemos superarlo, y es de esta forma como cada día debemos acercarnos a Dios, aún sin tener problemas, pero ¿cómo acercarse a Dios, si nunca pasamos por situaciones difíciles ni por problemas?, por eso Dios nos brinda la oportunidad de aprender a acercarnos a Él en medio de las dificultades, así cuando la superemos, al confiar plenamente en Dios, aprendemos cómo debemos acercarnos a Dios, con ese corazón dispuesto a buscar su ayuda y reconociendo que no podemos seguir sin su amor en nuestras vidas.

    Por eso, cuando nuestra fe es puesta a prueba, aprendemos a buscar más de Dios y a conocerle íntimamente, y así cuando vuelvan las dificultades, ya sabemos que debemos hacer ante eso, pues ya aprendimos a buscar a Dios, y no sólo durante los problemas sino antes de que vengan a nuestras vidas. Y eso hará que las dificultades se puedan soportar más fácilmente, con la ayuda de Dios, pues Él nos brinda una fuerza espiritual necesaria para que en medio de la tormenta exista una paz que sólo Dios nos puede dar, y entender que cada prueba es estar un paso más cerca de Dios.

4: «Por lo tanto, deben resistir la prueba hasta el final, para que sean mejores y puedan obedecer lo que se les ordene.» (TLA).

    Y termina diciendo que debemos soportar la prueba hasta el final, para ser mejores. Ese es el resultado de resistir y superar las pruebas que pasamos, pues nuestra confianza en Dios crece, y si entendemos la importancia de nuestra relación con Dios mediante las pruebas, entendemos mejor la voluntad de Dios en nuestra vida y así podemos obedecer a Dios.

    Toda prueba tiene una razón de ser, y la explicación usualmente viene después de ser superada. Es por ello que, mientras pasamos por las pruebas, no pareciera tener sentido la situación por la que estamos pasando, recuerda que a José le pasó lo mismo cuando fue vendido por sus hermanos, y terminó salvando al pueblo de Dios de la hambruna. Y así mismo nos puede suceder, quizás no para salvar una nación, pero si para salvar a nuestra familia, a nuestros amigos, incluso para salvar nuestra propia alma cuando resistimos hasta el final la prueba por la que estamos pasando.

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5: «Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia, sin echarles nada en cara.» (TLA).

    Un síntoma muy evidente de falta de sabiduría, es que no podemos, o nos cuesta mucho, relacionar aquello que leemos en la biblia, o lo que escuchamos un domingo del pastor, con nuestra vida diaria o con situaciones de nuestra vida, y se ve reflejado en una mala toma de decisiones que terminan por perjudicar nuestras vidas o la vida de otros. Santiago nos dice que si nos falta sabiduría debemos pedírsela a Dios. Pues cuando pedimos sabiduría a Dios, nuestra mente y corazón se abre para entender lo que debemos hacer ante cualquier situación, y si nuestra relación con Dios es constante, Él nos colocará ciertas situaciones en las que ejercitemos nuestra sabiduría.

    En la biblia existen muchos versos que nos enseñan a ser sabios, y en el libro de proverbios se encuentran la gran mayoría, y es un excelente comienzo para buscar sabiduría, pero nunca olvide que sólo Dios nos da la verdadera sabiduría, y cuando realmente le pedimos sabiduría, Él es experto derrochando sabiduría a aquel que de sincero corazón la pide. Una vez que le pide sabiduría a Dios, ya sea en una oración o en una súplica, es importante que esté atento, pues Dios puede usar cualquier cosa para enseñarlo a ser sabio, no sea terco y crea que usted solo puede adquirir la sabiduría, leyendo la biblia es un muy buen comienzo, pero léala con detalle y entendiendo cada verso o cada frase, pues la palabra de Dios se caracteriza por poseer una inmensa cantidad de sabiduría.

6: «Eso sí, debe pedirla con seguridad de que Dios se la dará. Porque los que dudan son como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro.» (TLA).

    Cuando Santiago dice que pidamos con seguridad, se refiere a dos cosas. La primera, y la más evidente, es la convicción de que vamos a recibir la sabiduría que pedimos a Dios, y si dudamos pues de nada nos sirven horas de dudosa oración a Dios. Porque cuando no se está seguro de tener sabiduría, no leemos la biblia, porque pensamos que igual no la entenderemos, ni nos atrevemos a afrontar los problemas por pensar que no tenemos lo necesario para pasarlo, por eso Santiago dice que son como las olas del mar, pues ellos no deciden que van a hacer sino que es el mundo (el viendo) que los lleva de un lugar a otro sin ellos poder decidir.

    Lo segundo, de forma implícita, es el propósito de pedir la sabiduría, pues el simple de pedir sabiduría no es suficiente para nosotros, pero cuando sabemos que podemos usar la sabiduría con un propósito para la voluntad de Dios y para ayudar a quien necesite, consejo o ayuda, es ahí cuando realmente queremos tener sabiduría, y esas ganas de tenerlo nos motiva a estar seguros de que Dios nos dará sabiduría. Esta vida se trata de propósito, si usted quiere sabiduría para ayudar a quien lo necesite, tenga por seguro que Dios se lo dará, pero si lo quiere para ganar popularidad en su iglesia, las oraciones por esa petición están demás. Recuerda que todo aquel que quiera ser sabio, debe empezar por obedecer a Dios (prov. 1:7).

7-8: «La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del señor.»(TLA)

    Cuando empezamos a actuar con sabiduría, el reflejo más inmediato es la buena toma de decisiones, esto es muy importante, ya que la vida también se trata de decisiones, pues las decisiones buenas nos llevan en bendición, pero las consecuencias de las malas decisiones no son a veces muy graves. Si queremos recibir buenas cosas de Dios, debemos demostrarle que somos capaces de administrar la bendición que nos dará y que a pesar de lo que suceda, le seremos fieles, pues nuestra confianza no depende de la situación a nuestro alrededor, sino de la relación que se tiene con Él.

    Dios no nos da lo que pedimos muchas veces porque no estamos preparados para recibir tal bendición, quizás por nuestra mala toma de decisiones, aquello que tanto le pedimos a Dios se convierta en una maldición, por no confiar en Dios o por falta de sabiduría. En el libro de proverbios, en el capítulo 3, en los versos del 21 hasta el 26, detallan la importancia de aprender a tomar buenas decisiones, y concluye con “Dios siempre estará a tu lado y nada te hará caer”, esto es importante, ya que si nada nos hará caer, entonces estamos listos para recibir aquello que tanto deseamos y para el cual nos estamos preparando.

Hasta aquí la primera parte. Próximamente vendrá una segunda parte
de este mismo capítulo, continuando con la secuencia de los versos
mostrados. Santiago es un excelente libro para comenzar a estudiar
la biblia y conocer más sobre Dios y su voluntad.

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